ananda… que en sánscrito quiere decir… embeleso, o la búsqueda de la felicidad

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– EN BUSCA DE ANANDA – inicio –

¿Y la lección que aprendí o que se tatuó en mi trasfondo básico fue? Que los Deseos Realizados son un preludio de la Desgracia. Y así viví durante muchos años. Siendo tan inconsciente de la negritud de este fatídico enunciado vital… ¿estáis seguros de que conocéis el sentido de eso que algunos han venido a llamar Pensamiento Mágico?

– EN BUSCA DE ANANDA – i –

¿Quién dice que no vivimos una vida paralela mientras habitamos y cohabitamos en nuestros sueños? Algunos pueblos y tradiciones especulan con curiosas creencias. Por ejemplo para los negrito de las islas Andaman, cabellos color pimienta y baja estatura al noroeste de Sumatra, los sueños están producidos por el alma, que se considera parte maléfica del ser. Ésta sale por la nariz y realiza fuera del cuerpo las hazañas de las que el hombre toma conciencia durante el sueño

– EN BUSCA DE ANANDA – ii – retroceso –

De todas formas ahora estoy aquí, en esta terraza, al borde del viento. Escribiendo estas líneas y voy a empezar a leerlos. Leerlos para tratar de entenderlos y respetarlos. Sus límites, que poco o nada tienen que ver con los míos.

O bien mirar el alma de la libélula como un vuelo; la libélula sobre el estanque…

… pero lo cierto es que me quedé muy sorprendida cuando abrí el libro y miré su fotografía. Y cuando pasé página y descubrí esa enigmática dedicatoria.

– EN BUSCA DE ANANDA – iii – complicidad –

Pero también hay gente como él, gente de la que nunca estás seguro. Personas que no sabes si viven o te viven para insertarte en una de sus categorías de catálogos humanos. Pensé: a ver a dónde me voy a encontrar y va a dolerme.

– EN BUSCA DE ANANDA – iv – desvarío –

¿Sabes lo que me gustaría? Sentarme en tu mesa, cerca de ti y que no te levantaras que no huyeras y que no me hablaras, sobre todo que no me hablaras, que me quisieras maldito seas, corazón que me engañas con cada bramido, que me siembras de desengaño y de marquesinas nocturnas donde las putas esperan por los autobuses sin tránsito ni detención y los aullidos de esos clientes que esgrimen ases de tréboles y picas pero nunca de corazones.

– EN BUSCA DE ANANDA – v – de la Simbología de la anémona –

… tengo muchas Cosas que contarte MIAZUL. Azul como los grandes escualos depredadores del mar. Y sí, como los príncipes de imaginaria sangre Real de esos cuentos de hadas donde las niñas hechiceras arrojan sus trenzas doradas por hipotéticas almenas y las brujas malvadas mueren a manos de una valiente espada investida de Magia y Luz.

– EN BUSCA DE ANANDA – vi – especie de cita mística en ciernes –

Así que trituramos los apéndices de las corduras con polvo ilícito de alguna exótica orquídea de Madagascar; y mientras gime un llanto de lengua hermana esa esfinge de Morgan; y gritan los lemures…

– EN BUSCA DE ANANDA – vii – De lo Atroz –

Una vez que se alcanza la Claridad el miedo, el primer enemigo del Conocimiento, ya no regresa. Y el cuarto es invencible. ¿Quién podría no estar de acuerdo? La vejez no admite derrotas y se carcajea de la célula, con la amplitud de la boca del cetáceo, capaz de engullir un hombre, y oírlo plañir desde su vientre; con saña, desde el calcio de nuestros huesos, va restándoles decisiones… a las células.

– EN BUSCA DE ANANDA – viii – Instrucciones para la Mística –

El asunto está en cómo convertir a la ”religión” pertinente, esas voces para poder liberarlas…La mano que turba, como fuente de conocimiento e inspiración… ¿Será esta terapia de las voces interiores realmente eficaz? ¿podremos rescatar y sanar lo que aún sigue dolido y esclavo en nadha?

– EN BUSCA DE ANANDA – ix – Al encuentro del poema –

Es el día que celebrará una boda y conocerá a un niño malayo. El niño besará a su madre como niño por útima vez. Y de la voz de la madre nacerán los deseos del alma: ‘Cuídate mucho. Y regresa sano y salvo a tu hogar’. Cruzará el umbral de la casa de y con su padre. Y lo hará a su lado antes de que se desperece el sol. El padre le enseñará como cazar un lagarto asesino con garras. Luego el lagarto huirá por un tronco. El niño…

– EN BUSCA DE ANANDA – x – – El amor no resiste el olvido – i –

… Las señales eléctricas que utilizan las células nerviosas para comunicarse son muy parecidas unas a otras, al margen de la fuerza, duración o localización del estímulo exterior que las provoca. Cuando se rebasa el umbral para producir la señal, ocurre la descarga. Si ella o él no es capaz de generar la señal en el sistema nervioso del otro…

– En busca de Ananda – xi – Escrito en otro libro –

– Ya lo sientes. Lo que pasa que sigues actuando movida por viejos patrones de conducta. No te das cuenta, verdaderamente, de lo que sientes. ¿Pero duele?

EN BUSCA DE ANANDA – xii – perejil, salvia, romero y tomillo –

El bar del siciliano aún estaba cerrado. Podría haberme quedado en la terraza pero la gente es tan suspicaz que preferí no hacerlo. Hoy él vestía de burdeos. Primera pregunta: ¿Cómo se rompe el secreto de la tensión? Ella dice que la tensión es el secreto.

ねじまき鳥クロニクル Nejimaki-dori Kuronikuru

‘Los libros me llevan hacia ternuras encantadoras. Y yo voy gozosa al encuentro de mis paraísos perdidos. Quiero alegrarme siempre por tus viajes, por la separación, por esas veces que sí que consideras que tienes que responderme y adivinas que sí, que tenías que hacerlo. Eso es la magia’.(escrito a lápiz sobre la pág. 28)

EN BUSCA DE ANANDA – xiv – De las rupturas –

… No hay motivo alguno por el que socializar tus momentos de intimidad.

Tu intimidad es sagrada y tanto derecho tienes a disfrutarla cuando te encierras en tus iglesias… como si caminas por entre las penumbras de la calle o bajo el sol.

¿O no es eso lo que te enseñó tu madre, tu padre, un abuelo, que masturbar se masturbaba uno en soledad?

Pues no toda masturbación se halla en el instrumento propio de tu sexo. Y el sexo de tu ángel, tu alma lo es, es lobezno y sutil…

EN BUSCA DE ANANDA – xv – De la sabiduría de la naturaleza –

Cuando avances hasta el punto en que los amores malditos comiencen a transmutarse en lo que siempre han sido, serpientes venenosas, procurar no olvidar esa conciencia. Visualizar entonces a la serpiente, en la futura callejuela, avanlanzándose sobre ti, y asustarte mucho; desde una puerta con vestido herrumbroso y ambivalente. Bajo tus soportales; vecina a una enmohecida tienda de antigüedades, donde tendrás que comprar un regalo, pero ignoras cuándo y el qué; sólo sabes que algo y algún día. Confundir el mal con el mal, y no permutarlo inconscientemente por el bien…

EN BUSCA DE ANANDA – xvi – Invocación al ritual –

‘Salgo … a través de diez mil despacios. Por esos pequeños agujeros, que me dejan ver el cielo a través de las ramas. Estoy ahí y no estoy. No sé cómo lo descubrí. Pero siempre que me siento allí… ocurre, un Aleph. Es más que eso. Es uno de los lugares más especiales del mundo. Es mi hogar contigo…

EN BUSCA DE ANANDA – xvii – El pétalo. Ritual del pétalo –

…Comprender cuan equivocado puede estar uno si se deja aconsejar por el pavor. Y lo triste que es sentir a una víctima y aún así, sin razón aparente, haberse convertido en su verdugo. Condolerse. ‘¡Pobre anciano!’ Pero no olvidar que la culpa no es tuya ni de uno, sino suya y de aquel, por desconfiar de ti, de otro como él, sin conocerlo; por sólo suponerle una condición maligna que no existía…

EN BUSCA DE ANANDA – xviii – De lo preciso –

¿Por qué veo como un problema esa cesión de poder o control? Porque yo me quiero a mi misma y no voy a consentir, que por muy graves y locos que sean los pasos que de nadha, o las licencias que yo le consienta tomarse, se quede sin sujeción.

EN BUSCA DE ANANDA – xx– Desconfianzas y actitudes –

…Sino que esta vez la mujer lo había elegido a él como caballero negro, de su imaginario gambito de rey. La muerte muzio y el dolor febril eran con otro.

– El verbo satánico – xx –

Y pienso en el levante español y en las predicciones meteorológicas… Luego me iré a la cama con Nuria y soñaré con Nuria. Nuria Salvatierra leerá mis diarios antiguos y sentirá la pesadumbre de la arteria poética de esos cuadernos con promesas ebrias y raíles de estaciones desbaratadas. Pero mientras yo habré olvidado que…

EN BUSCA DE ANANDA – xxi – desgastes innecesarios –

‘Pese a todo estaba dentro del maravilloso jardín y ahora podía entrar por la puerta cubierta de hiedra cuando quisiera; había descubierto. pensó, un mundo que le pertenecía solo a ella’

EN BUSCA DE ANANDA – xxii – Los sueños que sueña mi padre –

…misma técnica: susurrado en el oído tras los ojos cerrados. Mientras, la leopardo bosteza su absoluta falta de pasión en la rama de la sombría higuera…

Precipitar el pasado. Eso fue. Precipitarlo años luz por el precipicio de la fe. El pavoroso acantilado del amor.

EN BUSCA DE ANANDA – xxiii – Solventado el dolor. Sufrir no tiene ningún sentido –

Tú y sólo tú eres tu Tierra Santa. Tú y sólo tú tienes que defenderla y no permitirle a nadie que te haga sentir despojada. Tampoco culpar a nadie. Culpar no es Crecer. Crecer es la única solución para todo. Crecerse por encima de las dificultades, del dolor, de lo que sea, si es posible…

… la llave de tu Serenidad la tienes tú y no el sereno de tu barrio.

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– CONOCIÉNDOSE … CONOCERSE … CONCIENCIARSE… DEL AMOR –

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– EN BUSCA DE ANANDA – xxiv – En el rapto del Kayrós –

‘Todo tarda un tiempo en llegar. Hasta tu imagen cuando se refleja en un espejo, tarda un tiempo en llegar.‘

EN BUSCA DE ANANDA – xxv – El paréntesis –

Creo sí, que lo que ocurra, lo que transcurre, es más puro de este nuevo modo de enfocar lo que para muchos supone un eterno dilema: libertad vs. intimidad. Como ayer…

EN BUSCA DE ANANDA – xxvi – La ternura o el Abrazo –

Digamos que ninguno dijo nada. Ni yo: por qué no lo coges… ni él, quién será… Digamos que fue bonito hasta eso: estar de acuerdo, en las no-preguntas, en las no-respuestas… Digamos que no sería el único abrazo que quisiera dar así… Aunque a él no tenga ya necesidad alguna de repetírselo. Pero hay hombres… hubo hombres… que… me gustaría tanto reconciliarme con ellos; como siento que logré hacerlo con Stanislaw…

EN BUSCA DE ANANDA – xxvii – DEL ANTES DEL CAMINO Y DEL POR QUÉ –